De forma general, se considera deficiente motórico al niño que presenta de manera transitoria o permanente alguna alteración en su aparato motor. Dichas alteraciones pueden limitar la capacidad del niño para realizar determinadas actividades escolares, para ello habrá que realizar una serie de cambios.
Estos cambios, desde la perspectiva del material, van desde recursos de acceso a la comunicación, a eliminación de barreras arquitectónicas, y adaptaciones personalizadas del material escolar. Eso sí, a la hora de adaptar un material, hay que tener en cuenta diferentes criterios como el que hay que acercarse lo más posible al material normal, motivador, etc.
¿Qué aspectos debemos tener en cuenta respecto a los materiales específicos?
Hay que tener en cuenta que los alumnos con DM pueden tener dificultades en la movilidad y en el control postural.
Hay que buscar que sean materiales con capacidad funcional de manipulación.
Y es importante considerar los aspectos de la comunicación.
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